domingo, 29 de marzo de 2015

ROSQUILLAS DE CUARESMA

Hoy vuelvo al blog, y lo hago para compartir con vosotros una receta que me hace especial ilusión; son unas rosquillas de cuaresma! 

He probado diferentes recetas de rosquillas, pero generalmente se trata de rosquillas más bien secas y yo quería dar con la receta que llevaba tiempo buscando: unas rosquillas blanditas, esponjosas, con textura de buñuelo y con un sabor a anís dulce y azúcar que me chifla. 

Qué suerte la mía cuando ví la receta de buñuelos de cuaresma que publicó Ester de lacuinera hace unas semanas en su blog! Enseguida pensé que esos buñuelos me llevarían a encontrar mis rosquillas deseadas, y así fue. 

Os dejo con la receta (la mía con alguna pequeña variación de la original), que también podeis ver visitando el blog de lacuinera incluso con videotutorial.

Muchos besos!!!

Ingredientes:
  • 125 gr. de harina de fuerza
  • 125 gr. de harina de trigo
  • 3 yemas de huevo
  • 110 ml. de leche entera
  • 35 gr. de azúcar blanco
  • 5 gr. de sal
  • 5 gr. de anís verde en grano
  • La ralladura de la piel de un limón
  • 1 cucharadita de canela
  • 11 gr. de levadura seca de panadero
  • 35 gr. de mantequilla fría
  • Aceite de girasol para freír
  • Anís del mono 
  • Azúcar para rebozar
Preparación:
  1. En el bol de la batidora, con el accesorio de gancho, introducimos las harinas, las yemas, el azúcar, la sal, el anís, la ralladura de limón, la canela, la levadura y la mitad de la leche y comenzamos a batir, a velocidad media, acabamos de añadir la leche en forma de hilo y seguimos batiendo durante 10 minutos.
  2.  Añadimos la mantequilla bien fría, y seguimos batiendo hasta que se haya incorporado totalmente a la masa, este proceso tardará unos 10 minutos más aproximadamente de batido a la mísma velocidad (media).
  3. Pasado este tiempo, pasamos la masa a otro bol bien aceitado con aceite de oliva, y la pintamos por encima también, a continuación la dejaremos reposar 15 minutos a temperatura ambiente tapada con papel film en contaco con la masa. Es importante que el papel film toque la masa, de esta manera evitamos que se forme costra en la superficie!
  4. Volcamos la masa en la mesa de trabajo ligeramente enharinada, y la dividimos en dos partes.
  5. Hacemos un churro alargado con cada una de las partes y vamos cortando porciones de unos 20 gr. aproximadamente cada una.
  6. Vamos boleando cada una de las porciones y las dejamos en una bandeja forrada con papel film aceitado.
  7. Tapamos nuevamente la bandeja con papel film, (esta vez no debe tocar la masa de las bolitas) y dejamos reposar durante 45 minutos en el lugar más cálido de vuestra casa y dónde no haya corrientes de aire.
  8. Pasado este tiempo ponemos una cazuela honda en el fuego con abundante aceite de girasol, calentamos sin que llegue a humear y vamos echando las bolitas a freír, haciendoles el agujerito con los dedos, justo en el momento de ponerlas en el aceite.
  9. Las doramos por los dos lados y cuando estén hechas las retiramos del fuego y las dejamos escurrir sobre una fuente con papel absorvente.
  10. Cuando las tengamos todas echas, y todavía calientes, las rociamos con un chorro de anís y a continuación las rebozamos en azúcar.
  11. Y ya las tenéis lístas para comer!!!
Consejos:
  • En el primer paso cuando ponemos todos los ingredientes juntos, está bien rebañar los bordes y echar lo que saqueis hacia dentro del bol durante el batido, pues es probable que se os quede un poco pegado por los laterales; es normal que pase, pues es una masa bastante pegajosa.
  • Cuando paseis la masa a la mesa de trabajo, poner la harina justo para que no se pegui porque si poneis demasiada podría variar la textura de la masa.
  • La temperatura ideal del aceite para cocer las rosquillas es de 160º, que se pueden controlar con un termómetro de cocina, pero como yo no tengo lo hice un poco a ojo, y al principio cuando me pareció que el aceite estaba suficientemente caliente, puse una rosquilla y cuando vi que se empezaba a cocer bien, entendí que ese era el momento de echar el resto.
  • No pongais el fuego muy fuerte, pues se os van a hacer por fuera enseguida y sin embargo por dentro quedaran crudas.
  • Yo usé aceite de girasol para freírlas porque no aporta tanto sabor, pero si no teneis y quereis hacerlo con aceite de oliva no hay problema.
  • El chorro de anís final, ha de ser ligero, sinó las roquillas van a quedar empapadas.