domingo, 31 de marzo de 2013

MONA DE PASCUA



¡Buenos días a todo el mundo!

La receta que traigo hoy es muy propia de estos días, se trata de la Mona de Pasqua. No ha pasado ni un solo año de mi vida sin que viese en casa este dulce y desde hace un par de años decidí empezar a prepararlo yo.

Esta vez he decidido rellenarlo y cubrirlo de crema pastelera, pues en casa nos encanta! Y en la decoración han predominado los huevos de chocolate, de distintos tamaños.

¡A ver qué os parece a vosotros y vosotras!


Ingredientes para el bizcocho:

  • 7 claras de huevo

  • 6 yemas de huevo

  • 150 gr. De azúcar

  • 50 gr. De azúcar avainillado (para las claras)

  • 2 cucharaditas de levadura

  • 200 gr. De harina
 

Ingredientes para la crema: 

  • 1 litro de leche

  • 8 yemas de huevo

  • 90 gr. De harina de maíz

  • 250 gr. De azúcar

  • 1 ramita de canela

  • 1 vaina de vainilla

  • La piel de 1 limón
 
Decoración:
  • Almendras en granito o fileteadas
  • Huevos de chocolate
  • Plumas de colores 



Preparación del bizcocho:


1.       Montamos las claras a punto de nieve, con una batidora de varillas, y vamos añadiendo poco a poco el azúcar avainillado, de manera que nos quede un merengue consistente.

2.       A continuación batimos las yemas con el azúcar, con fuerza y durante unos minutos hasta que la mezcla se haya vuelto casi blanca y haya aumentado de volumen.

3.       Mezclamos los dos pasos anteriores, incorporando las claras poco a poco y realizando movimientos envolventes, de forma que no se desmonten y consigamos una mezcla esponjosa.

4.       Añadimos la harina y la levadura tamizadas, haciéndolo en dos veces; continuamos integrando todos los ingredientes poco a poco y girando la cuchara o espátula de abajo hacia arriba.

5.       Vertemos la preparación en un molde, previamente engrasado con mantequilla para que no se pegue.

6.       Introducimos en el horno, precalentado a unos 165º-170º (dependiendo del horno) y lo dejamos unos 20 minutos aproximadamente; pasado este tiempo, bajaremos un poco el horno y lo dejaremos 10 minutos más en el interior.


Preparación de la crema:


1.       Separamos las yemas de las claras (estas últimas las podemos reservar para hacer cualquier otro postre, no hace falta desecharlas).

2.       Ponemos a calentar a fuego lento,  ¾ de litro de leche en una cazuela, junto con la piel de limón, la canela, la vainilla y el azúcar.

3.       Con la batidora, mezclamos  lo que nos ha sobrado de la leche, con la harina de maíz y las yemas hasta que nos quede un líquido completamente homogéneo y sin grumos. Reservamos.

4.       Cuando llegue a ebullición la leche aromatizada, bajamos más el fuego, retiramos el limón, la canela y la vainilla, e incorporamos la mezcla de yemas; tenemos que remover constantemente, de manera que no se nos peque en el fondo de la cazuela y no se nos queme.

5.       Con el fuego suave, vamos removiendo hasta conseguir la textura que deseamos, que generalmente tiene que ser espesita para hacer un relleno o una cobertura.

6.       Cuando lo hemos conseguido, retiramos y dejamos enfriar.


Montage:

1.      Cortamos por la mitad el bizcocho de manera uniforme y procurando que nos queden iguales las dos partes.

2.       Ponemos la crema en una manga pastelera, no importa el tipo de boquilla que utilicemos, pero es mejor que sea de boca grande para no tardar tanto tiempo.

3.       Rellenamos la parte interior del bizcocho con la crema y lo tapamos con la otra parte.

4.       Decoramos la parte superior con el resto de la crema y si queremos podemos cambiar de boquilla, ahora sí, para que quede diferente.

5.       Forramos los laterales, aplicando crema  con una espátula y le vamos añadiendo almendras; bien de granito o fileteadas, en ambos casos quedan bien.

6.       Colocamos los huevos de chocolate a nuestro gusto y clavamos las plumas.

7.       Y ya tenemos MONA!!!

Consejos:
  • Para que no se desinfle el bizcocho, un truco es no retirarlo del horno inmediatamente después de que haya pasado el tiempo de cocción; sino que con el horno apagado, le podemos abrir la puerta y pasados unos minutos lo sacamos a enfriar fuera.  De esta manera no cambia bruscamente de temperatura y se mantiene.
  • Hay que tener cuidado con la crema y que no se nos hagan grumos, o se nos queme; si esto sucede, habrá que volver a hacerla o probar si podemos colarla con un colador chino para eliminar lo que no nos interesa y dejarla limpia.




jueves, 21 de marzo de 2013

PALMERITAS DE HOJALDRE



Ayer salí de trabajar y mi cabeza empezó a pensar en dulces, dulces y más dulces... al llegar a casa abrí mi nevera, mis armarios de cocina y el ingenio se decantó hacia preparar unas palmeritas. Hacía días que había estado perfeccionando la técnica de las palmeritas en mi imaginación, pues los primeros intentos no fueron tan buenos, así que decidí llevar a la práctica mi nueva técnica imaginaria. El secreto está en hacerles las ruedas del interior separadas entre sí, de esta manera el hojaldre puede crecer en toda la palmerita y no queda apelmazado. Son muy sencillas, y el resultado...Mmmm... riquísimas!!!
 
Ingredientes:
  • 1 lámina de hojaldre fresca
  • 4 cucharadas de azúcar 
  • 1 cucharadita de canela (opcional)
 Preparación:
1.  Extendemos la masa de hojaldre sobre su propio papel de cocina y la vamos cortando, con un cuchillo bien afilado, a tiras de unos 2 cm. Aproximadamente, o  al gusto.
2.  Mezclamos el azúcar con la canela hasta que queden los dos bien integrados.
3.  Rebozamos estas tiras por ambos lados en el azúcar con la canela.
4.  Vamos formando las palmeritas dándoles la forma que tienen i procurando que cada círculo que le damos no se pegue con el resto del hojaldre entre sí.
5.  Las colocamos en una placa de horno, forrada con el papel de cocina que el propio hojaldre llevaba (siempre que no se haya cortado mientras hacíamos las tiras).
6.  Introducimos en el horno, previamente calentado a unos 160º (dependiendo del horno) y con la función de ventilador.
7.  Esperamos unos 15 minutos, siempre controlando el horno porque en un momento se nos pueden quemar.
8.  Retiramos las palmeritas del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
9.  Listas para comer!!!


Como veis, no necesitan demasiado; eso sí, cariño y un poquito de paciencia para darles las vueltas, y... ¡ listo !

Animaos a prepararlas y ya me contareis!!!


domingo, 17 de marzo de 2013

INAUGURACIÓN DEL BLOG ACOMPAÑADO DE ALMENDRAS GARRAPIÑADAS



Hoy, domingo 17 de marzo me decido a comenzar esta nueva experiencia bloguera. 
 
Después de mucho darle vueltas, me lanzo a compartir mis vivencias y anécdotas culinarias en mi tiempo libre, con todo el mundo que tenga ganas de entretenerse y disfrutar de la cocina, tanto como yo. 

Lo cierto es que mi “ojito derecho” son los dulces, pero me cuesta resistirme a preparar cositas ricas saladas, así que iré subiendo recetas para todo tipo de paladares.
Aquí os dejo una receta  que aunque requiera un poquito de esfuerzo, después se ve recompensado en un bocado. Se trata de las almendras garrapiñadas, ¿a quien no le encantan después de una comida con el café?,¿ o simplemente para ir picando en una merienda?
Atento todo el mundo, ¡ahí va!

Ingredientes:
  • 2 tazas de almendras crudas con piel
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 taza de agua

Preparación:
1.  Ponemos las almendras, junto con el azúcar y el agua en una cazuela baja y lo ponemos a fuego fuerte hasta que veamos que se forma un almíbar  más espeso.
2.  Con el almíbar conseguido, bajamos el fuego y sin dejar de remover esperamos que se vaya evaporando, hasta que se solidifique el azúcar de nuevo.
3.  No debemos dejar de remover, y veremos que éste mismo azúcar se va a volver a caramelizar poco a poco, de manera que dándole vueltas a las almendras, van a ir impregnándose de él hasta quedar garrapiñadas.
4.  Cuando tengan el aspecto deseado, hay que sacarlas de la cazuela y ponerlas a enfriar sobre una superficie.

Consejos:
  •       Yo no utilizaría una cazuela nueva con antiadherente, ya que el azúcar queda tan impregnado en ella que lo hace saltar; una cazuela de hierro sería ideal.
  •       Es muy importante no parar de remover  (es pesado pero también sirve para ejercitar los músculos del brazo! Jejeje)
  •       Retirar las almendras cuando todavía el caramelo no está desecho por completo, de lo contrario obtendremos un guirlache (aunque también está riquísimo)  en vez de las almendras sueltas que deseamos.
Y esto es todo por hoy, a probar las almendras y ¡a pensar en la próxima receta!