Siiiii!!!! Por fin he conseguido preparar una receta de magdalenas, magdalenas; con la textura perfecta, el color, el aroma, el copete...todo!!! yujuuuuuuu!!! Os explico el porqué de mi eufória: resulta que cuando aún siendo una adolescente empecé a interesarme por el apasionante mundo de la repostería, (jejeje) la receta que me empeñé en preparar era la de magdalenas; todavía no se el motivo, el caso es que preparé y preparé magdalenas, con diferentes recetas y...el resultado no era malo, ya que el sabor estaba bien, pero no eran magdalenas como yo las quería.
A veces no subían lo suficiente, otras se rebentaban y se sobresalían del papel, etc. y así fueron pasando los años, pero yo no cesé en el empeño de hacer mis pruebas (he de decir que soy tozuda cuando quiero :-P).
Durante un tiempo decidí prepararlas con la masa de cupcake (que está buenísima, però ciertamente no tiene la textura de magdalena), hasta que porfín el otro día, después de pasar una temporada un poco desconectada de mi cocina, apareció la inspiración de nuevo y...comencé a mezclar los ingredientes que me parecieron oportunos y el resultado no pudo ser mejor!!!!!!! Siiiiiiiiiii!!!! Ueeeeee!!!! Cuando el catador oficial de casa las probó me dijo: esto sí que es una magdalena! y casi se me saltan las lágrimas! jajajaja. Luego las caté yo y opiné lo mísmo, y luego mi madre y mi padre, y mi tío...jejeje obligué a toda la família a que me dijesen: están buenísimas!!! jejeje
Así que nada, para celebrar que el pasado lunes fue mi cumpleaños, os dejo lo que para mí es un regalo: Mi receta de magdalenas.
Espero que os guste y también digais que están ricas!
Hasta pronto!!!
Ingredientes:
- 7 cucharadas de leche condensada
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- Un chorrito de anís
- 2 cucharitas y media de levadura
- 3 huevos
- 150 gr de harina
- Batimos la leche condensada con el aceite hasta que se mezcle bien.
- Separamos las yemas de las claras y montamos las claras a punto de nieve.
- Añadimos la mitad de la harina y levadura a la mezcla de leche y aceite y batimos con las barillas hasta que quede bien integrada.
- Agregamos las yemas y volvemos a batir.
- Ponemos el resto de la harina que queda y el chorrito de anís y batimos.
- Por último incorporamos las claras, poco a poco y con movimientos envolventes a la mezcla.
- Repartimos la masa en las cápsulas hasta los 3/4 de su capacidad, espolvoreamos con un poco de azúcar y horneamos hasta que las veamos doraditas
- Es importante no abrir el horno de golpe al final de la cocción, pues con el cambio de temperatura podrían hundírse.
