Hace días que ando desaparecida por aquí, y es que últimamente tengo tantas cosas en mi cabeza que lo que se queda para el final es mi querido blog.
Una de las cosas que me mantiene bastante entretenida al salir del trabajo son los macarons, un dulce exquisito del cual me quedé enamorada después de estar en París el pasado verano y probarlos muy bien probados.
El caso es que estoy poniendo todo mi empeño en aprender a preparar esos pequeños y complicados bocados, así que me he apuntado a un curso y ando macaroneando día sí y día también.
Pero la receta de hoy no son macarons, ya que todavía me queda bastante que perfeccionar, aunque sí tiene que ver con ellos, ya que al utilizar tantas claras me quedan un montón de yemas sueltas y voy preparando recetas para aprovecharlas.
La que hoy os propongo es un clásico, la crema catalana. Qué buena que está!!!
Muchos besos!!!
Intengredies:
- 1 litro de leche semidesnatada o entera
- 1 rama de canela
- La piel de limón a tiras
- 5 yemas de huevo
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 4 cucharillas de postre de almidón de trigo
Preparación:
- Calentamos la leche con la canela y el limón a fuego medio hasta que hierva, para que la leche quede aromatizada.
- Cuando haya hervido un poquito retiramos el limón y la canela y dejamos enfriar.
- Separamos un cacillo de la leche y disolvemos en ella con una batidora las yemas y el almidón.
- Volvemos a calentar la leche, añadiendo el azúcar y la mezcla de yemas hasta que hierva unos minutitos.
- Repartimos en los recipientes y dejamos enfriar.
- Un ratito antes de servir, espolvoreamos bien cada crema con azúcar blanco y quemamos con un quemador, o soplete.
- Dejamos enfriar de nuevo y a comer!!!
Consejos:
- Es muy importante que mientras la leche se calienta con la mezcla de yemas, removamos con un batidor de mano continuamente, sino podría pegarse al fondo y estropearía bastante el sabor original.
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